" Es que el pueblo no habla el mismo lenguaje que nosotros.

Su abecedario no tiene letras, sino apenas

formas, movimientos, gestos. Y no es que el pueblo sea

analfabeto, sino que quiere decir cosas

que nosotros ya no decimos"

Rodolfo Kusch en Indios, porteños y dioses,

Stilcograf, Bs. As., 1996, p. 116



"La Manifestación". Antonio Berni

Canto





POESÍA DE LOS AÑOS ´60 y ´70, UNA ANTOLOGÍA


Esta pequeña selección de poesía, que tiene como denominador común un periodo de la historia argentina –las décadas del ´60 y ´70-, se apoya en un gesto que trasciende una época y que recorre la historia y el territorio americano. Son los cantos a la gesta de un pueblo, a las hazañas de un pueblo en su pequeña historia. Son gestos mínimos de una palabra que aspira a cantar con y no por otro –y que se cuestiona el límite y reconoce, a veces, la imposibilidad-, que pretende dar cuenta de una belleza postergada y subvertir el dictamen de la perfección de lo hecho, de lo dado, indagando en lo amorfo porque percibe que ese es el terreno de las posibilidades.  
En todos los poemas la violencia deviene en centro, deviene en tema atravesando el lenguaje, agrietándolo; en todos palpita el deseo de otra cosa, el poema se levanta. Pero lejos de erigirse en voz sapiente, lejos de discurrir acerca de cómo debería ser lo que no es, abre una grieta para que ingresen los pequeños mundos que habilitan otros modos de conocer.  
La poesía no debe, sólo puede de infinitas maneras, por eso estos cantos en lugar de conjurar el miedo de no saber porque se escribe en América a través del intelecto que fija y contiene, encuentra en la vida razones de sobra.  

A.C




***
Atiende:
si mi hijo
si nuestro hijo
fuera naciera sol o
luna homosexual poeta o
guerrillero ah si creciera
guerrillero o usurero al tanto %
o asesino oficinista vendedor de
peines en el subte o suicida flor
o cerdo violador de tumbas o impasible
espectador del mundo comprensible padre de
familia actor de cine Rita Haywort Tyrone Power
sacerdote verdugo militar terrorista puta carcelero
en la exacta mitad de tu ombligo te explico Manés que
si nuestro hijo recoge la bandera que dejamos o por
el contrario un ejemplo la olvida la traiciona la
veja la vende a razonable precio entendeme si
nuestro hijo mañana es muerto por ir más
allá de donde fuimos o por menos o por
error o por justicia o por lo que sea
si los muertos somos vos o yo o los
dos y él quien nos fusila de todos
modos Manés habremos ganado
porque la libertad es lo único
que debemos legarle a los
demás compañera amiga
mía no tiene mayor
relevancia.
(Jorge Alberto Money: “Sin Título” en La exacta mitad de tu ombligo, 2009)
***

Creo en la barbarie,
en el caos.
Dioses profundos de mi patria.
Siempre es La Rioja,
llanos del mundo.

Los caudillos
amaban a mi patria
y eran inflexibles
y eran de cuero.
Desjarretaban con la lluvia,
y sabían que el cuchillo
era un difunto
fuera de los dedos.
Y tenían esta mujer caliente del suelo.

Creo en la barbarie,
en su boca escribo.
Porque llana es la tierra
habitada por ganado.
Y pelear por algún caballo
es tener a Dios, pastando,
en el suelo.
Creo porque Quiroga
fue la carga apagada en Yaco.

Dos tercerolas,
cargadas; reunidas por la boca.
Esta pequeña historia que me llega
por los ojos de Quiroga,
vaciados, enterrados en el
aire de la tierra.

Siempre fue la muerte,
la violencia,
el caos ordenando los principios.
Siempre muertos, solos, asustados;
cavados con la tierra que nos asombra.
Sepultados, lluviosos, ordenados.

Esta es la sangre oceánica
que nos rige.
Este es el sur: sangrante y aterrado.

Porque somos australes,
bárbaros, imprecisos,
tendremos la historia
que el pueblo nos prepare.

Creo en la barbarie,
en su boca escribo:
los caudillos amaban a mi patria.

Nadie debe morir sin saberlo.
(Ramón Plaza: “Los Caudillos” en El libro de las fogatas, 1963)
 

Leé la antología completa en la edición número 12 de Silabario